Cómo salvarnos de un incendio: Koda
"Quiero saber por qué te fuiste, Milo. A veces hablo con vos en mi cabeza. Pasamos tantas cosas los dos. Creo que estoy loca, parece... tu voz respondiéndome, intentando tranquilizarme. Pero dejaste algo mucho más espeso y pesado que tu ausencia: Dejaste una pregunta. Me das bronca, chabón."
- Hola, Koda. ¿Cómo estás?
- Bien, creo... Cómo puedo.
- Me alegra que hayas venido. Milo me habló mucho de vos.
- Bueno, por lo menos con usted hablaba.
- ¿No hablaba con vos?
- Poco, siempre fue así... ahora. Bueno, siempre no.
- ¿Desde qué edad se conocían con Milo?
- Teníamos ocho, nueve años. Él se mudó enfrente. Era un poco más grande. Vino con su vieja. Esa misma tarde estábamos jugando, antes él era más... No sé, él cambió. No sé por qué. Yo conocí a un Milo hace un montón de tiempo. Y el que se me fue... No era él. No se entiende una mierda seguro...
- Tranquila, está bien.
- Me acuerdo que podíamos estar juntos todo el día, años así, éramos... No sé. Estábamos juntos. Ya está. Era como algo que sabíamos que iba a ser así. Éramos... no sé, para todo, juntos. Mire, una vez lo ayudé en un examen. El boludo no entendía un carajo de química. Le hice los ejercicios y después le cambié la hoja. Yo me saque un dos... El señor un diez y pasó de grado. Que pelotudo, cómo festejó ese día. Mucho de estar en la casa del otro, salir a andae en bici... Esas cosas. Íbamos siempre a la casa de la selva... Que lindo.
- Perdón, ¿La casa de la selva dijiste?
Si, era una casa abandonada que estaba como a la vuelta de donde vivíamos. Íbamos ahí, muchas veces a investigar y tal. Y después, no sé, cosas de chicos. Fumamos un cigarrillo, yo me ahogué como una tarada. Milo se quería morir. "Tu vieja me va a hacer cagar, Koda, deja de joder" decía. Siempre me decía eso. Como si él me tuviera que cuidar.
- ¿La casa de la selva era gris?
Mmm, si. Creo que sí, en realidad tenía muchas plantas, ramas, mucha basura. La verdad no tenía nada del otro mundo, era más que nada como un comedor con una mesa y una pieza que estaba cerrada. Nunca entramos ahí.
- ¿Segura?
- ... O sea, no. No, creo que no. Porque siempre estaba cerrada, fuimos un montón de tiempo ahí, y era como: "bueno, está cerrada" llegó un momento que dejamos de intentar abrirla.
- ¿Por qué dejaron de ir a esta casa?
- No sé, una vez hubo un problema con unos chicos más grandes... No sé la verdad. Dejamos de ir. Fue como que hicimos otras cosas. Además... Ehm. No sé, Milo y yo estábamos más grandes. Y... No sé, nos empezaron a gustar otras cosas. ¿Me entiende?
- Si, entiendo.
- Y nada... Éramos chicos.
Escucho hablar a Koda, una chica joven, inteligente... Sin embargo, ensombrecida. Ella también debe tener sus preguntas así como yo tengo las mías. Pienso en Milo... Pienso en la casa.