Cómo salvarnos de un incendio

Milo tiene las manos temblorosas. Más de lo habitual. Dice haberse sentido paralizado, estancado entre sus sábanas y con la sensación de una pesadilla reciente. Dice que 'todo está en llamas'. Esta fue nuestra charla.

- ¿Que hacemos ahora, Milo?

- Respirar.

- ¿Para qué respiramos, Milo?

- Para no morir... Para no morir.

- ¿Sobre qué estás acostado, Milo?

- Sobre una cama de hierro que mide dos metros aproximadamente... Y sobre un colchón viejo que tiene olor a humedad. Las sábanas. Las sábanas de flores, color... Blanco.

- ¿Qué ves a tu alrededor? Contame.

- Un estante. Un estante con mis libros, con mis escritos... Carpetas, plantas. Mis dibujos... Están despintados. 

- Y un álbum de fotos, Milo.

- Si, también. 

- ¿Las fotos de quién, Milo? 

- ... 

- ¿Por qué no decir quién está en las fotos?

- Una persona que lastimé. 

- ¿Te sentís culpable?

- Todo el tiempo. 

- ¿Quién está en las fotos?

- Koda. 

- ¿Quién fue Koda para vos, Milo?

- Una posibilidad... 

- ¿Por qué?

- Antes ... No sé, no había mucho antes de Koda. 

- ¿Y que hay después?

- Un incendio. Un incendio del que no puedo salvar nada. Nada.

- ¿Querés seguir hablando, Milo?

- No ahora. 

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