13.

Dormimos en la sombra de nuestras conclusiones. Sin embargo, con un poco de suerte, sudor y anhelo, somos. Ahí, el telón. Fin y principio. Ciclo. ¿Cuándo dejamos de intentar? ¿Solo al perecer y apagarnos de repente, en calma, quizás un martes por la tarde? ¿O dejamos de intentar mucho antes? Y, amablemente, nos sentamos a firmar una tregua con nosotros mismos. Despertamos en la sombra de nuestras conclusiones.

Entradas más populares de este blog

Extras

Anotaciones en Libretas IV

Minotauro Laberinto